Hoy hablaremos de cómo realiza la valoración de inmuebles un profesional, además puedes hablarnos con propiedad, pues creo que has sido tasador durante varios años.
Para valorar un inmueble hay distintos métodos, pero utilizar uno u otro dependerá de la finalidad de la valoración y del tipo de inmueble que se trate. No es lo mismo hacer una valoración para una garantía hipotecaria, para un juzgado, o para poner un inmueble a la venta. Tampoco es lo mismo valorar una vivienda, un solar, un local de negocio, o solamente el negocio es sí.
Cuando se trata de inmuebles afectos a una actividad económica como una finca rústica, un local arrendado, o un negocio completo, conviene valorarlos por comparación, pero también por el método de actualización de rentas, que es darle un valor al inmueble según las rentas que puede generar.
En el caso de un terreno para construir viviendas, por ejemplo, lo que hay que tener en cuenta entre otras cosas es su edificabilidad, y con ello calcular el valor de las viviendas que puedan construirse, y a este valor restarle todos los costes necesarios y beneficio de promoción para desarrollar el proyecto. De esta forma que lo que nos queda es el valor del suelo. Por eso este método se llama residual.
Lo primero que hay que hacer es conocer la vivienda, visitarla y tomar medidas reales. Después el método que utilizamos es el de comparación. Este método consiste en comparar la vivienda que queramos valorar con otras similares que estén a la venta o se hayan vendido recientemente. Como no hay dos viviendas iguales, se hacen unos ajustes con unos coeficientes correctores, teniendo en cuenta parámetros como ubicación, antigüedad, estado, altura, ascensor, orientación, etc. Para ello utilizamos 6 o más viviendas comparables, ya que es el número mínimo para que el método tenga consistencia.
Esto es lo fundamental. En A10 Inmobiliaria trabajamos con un software de valoración propio que utilizan nuestros agentes, y disponemos de información de viviendas a la venta, pero sobre todo de viviendas vendidas, y su precio real, algo a lo que no siempre es fácil acceder. Esto lo disponemos gracias a una base de datos de la asociación de inmobiliarias a la que pertenecemos, así como una base del registro de la propiedad.
Cada agente dedica el tiempo necesario para que la valoración sea correcta, ya que es un paso fundamental antes de poner un inmueble a la venta, puesto que si nos pasamos por arriba podemos “quemar” el inmueble y no atraer a futuros interesados, y si nos quedamos cortos iría en contra de los intereses de la propiedad. Además, una vez realizada la valoración se suele consultar con los compañeros de nuestro magnífico equipo, y siempre queda revisada por un supervisor.