Venimos de unos meses de Agosto y Septiembre con buenos datos respecto al año pasado. Es cierto que durante estos meses tenemos un cambio de ciclo y estamos observando como la incertidumbre económica que estamos viviendo está empezando a ralentizar el mercado inmobiliario.
Sabemos que, tras la pandemia, el ahorro de los ciudadanos se incrementó notablemente. No obstante, la actual tensión inflacionista está haciendo que la capacidad de ahorro de los compradores disminuya, reduciendo su capacidad de adquisición tanto en el sector inmobiliario como en el resto de sectores. Además, las constantes subidas de los tipos de interés, hacen complicado el acceso a la financiación de las viviendas.
Actualmente, los compradores se encuentran en una situación de incertidumbre, ya que, no sabemos hasta donde van a llegar estas subidas. Esto ralentiza su tiempo en el toma de decisiones en la compra de una vivienda. No debemos olvidarnos de que, aunque parezcan tipos altos, estamos todavía a niveles muy bajos, respecto a lo que hemos tenido en años anteriores. Por tanto, aunque los tipos no paran de crecer, no son tan malos como nos están pareciendo ahora.
La tendencia inflacionista no solo está afectando a la compraventa de viviendas si no también al alquiler. Esta tendencia está haciendo que se mantengan los precios de los alquileres altos. En el mercado de alquiler existe una escasa oferta y la subida en los tipos de interés está haciendo que los ciudadanos no puedan acceder a la compra de viviendas. Por ello, la demanda de alquileres no para de crecer y la escasa oferta, hace que el precio aumente.
En estos momentos de inseguridad económica, la vivienda se convierte en un valor refugio para los inversores. Viendo el aumento de precios que estamos teniendo, y lo comentado anteriormente, resulta interesante el hecho de comprar una vivienda para alquilarla posteriormente. Por lo tanto, viendo que la demanda va a seguir creciendo, la rentabilidad en el alquiler está asegurada.
Tras analizar un poco la situación actual de la vivienda en Navarra, tanto de la compraventa como del alquiler, es momento de analizar los meses que se vienen antes de terminar el año.
Durante estos meses, veremos un menor número de operaciones de lo que estábamos viendo, aunque el precio no va a variar mucho. Llevamos unos años con una tendencia alcista en los precios y ahora lo que va a hacer es estabilizarse un poco, tanto en viviendas de segunda mano como de obra nueva.
En resumen, no se espera, por el momento, una crisis como tal en el sector. Lo que vamos a tener ahora es un periodo de estabilización tras este aumento que hemos vivido en los años pospandemia.