En estos días en lo que no podemos salir a la calle y pasamos las 24 horas del día entre las paredes de nuestro domicilio, es importante llevar una higiene en casa minuciosa y constante. De esta manera impediremos que posibles virus se impregnen en nuestros muebles, prendas, objetos... Para que esto no suceda os damos una serie de consejos, que ayudaran a mantener la casa limpia y desinfectada.
Con el fin de mejorar la calidad el aire que respiramos dentro de la vivienda, es imprescindible ventilar la casa. Se recomienda hacerlo en todas las habitaciones y diariamente. El hacinamiento y la mala calidad del aire favorecen la transmisión de virus. La ventilación es una de las bases del higiene en casa.
Hay espacio de la casa y determinados objetos que tocamos con mucha frecuencia: pomos de las puertas, mandos de televisión, móviles, teclados de ordenador… en estos es donde más hincapié hay que hacer a la hora de limpiar. Las manos es uno de los elementos en los que más bacterias podemos tener y por tanto podemos ir depositando en dichos objetos.
No es necesario adquirir productos como aguarrás o amoniaco. Aquellos que tenemos en casa habitualmente serán suficientes para mantener la casa limpia y desinfectada. Jabón de limpieza de hogar y lejía se convertirán en nuestros mayores aliados si los usamos a diario. Cambiar y lavar habitualmente las bayetas, estropajos y trapos usando agua caliente ayudarán a prevenir cualquier tipo de enfermedad.
En la cocina no solo nos exponemos a los gérmenes que vienen del exterior sino también a aquellos que puedan surgir de los procesos de elaboración de alimentos. Para evitar cualquier tipo de agente dañino es importante limpiar todas las superficies y electrodoméstico detalladamente. La vajilla ha de lavarse a temperatura elevada y es recomendable que cada uno use su propio juego para evitar posibles contagios.
La cocina y el baño son de los puntos clave de higiene en casa.
En los baños solemos tener gran cantidad de productos expuestos: cepillos de dientes, cremas, esponjas… Para evitar que cualquier virus se adhiera a ellos es importante retirarlos y dejarlos en un espacio que pueda cerrarse. Limpiar todas la superficies a conciencia: bañera, lavabo, bidé… y lavar las toallas con frecuencia también ayudarán a mantener la casa desinfectada.
Hay muchas personas que están acostumbradas a sacudir la ropa antes de meterla a la lavadora. En este caso no se recomienda hacerlo. De esta manera intentaremos minimizar el riesgo de dispersión de virus a través del aire. A la hora de elegir el programa de nuestra lavadora se recomienda elegir aquellos que usen agua caliente. Por último dejar que la ropa se seque del todo.
Un hogar limpio y ordenado te ayudará a sentirte mejor en todos los aspectos.