Las conclusiones que obtenemos en A10 analizando los que va de año respecto a los años anteriores podemos decir que más que una ralentización de las ventas, es un estancamiento, si miramos las cifras respecto al año pasado.
2018 fue un año de muchas ventas , fue uno de los mejores años en cuanto a transacciones, sobre todo en segunda mano. Ahora respecto a esos datos estamos igualándolos. Por eso, no se puede hablar de un frenazo o ralentización si no de un estancamiento.
¿A qué se debe?
Lo que mas achacamos los profesionales es la entrada en vigor de la nueva Ley Hipotecaria. En mayo, antes de su entrada en vigor, se adelantaron muchas operaciones y otras se han ido aplazando hasta que la banca se vaya adaptando a la propia ley. La operaciones se contabilizan cuando han llegado al Registro de la propiedad una vez han pasado por notaria, realmente puede haber muchos contratos firmados que todavía no han llegado al Registro y que se contabilizaran en la segunda parte del año.
¿Ha podido afectar la situación política?
Por supuesto, cada vez que hay elecciones se nota. Hay gente que aplaza su decisión si no es algo urgente para ellos hasta que haya una estabilidad económica y política. La compra de una vivienda es la mayor inversión que se hace y se necesita confianza plena para poder efectuarla.
¿Hay otros factores que han podido afectar?
La vivienda está subiendo de precio, sobre todo la Obra Nueva. Es debido a la calidad que se esta ofreciendo. La segunda mano también ha subido, pero estamos más de un 30% por debajo del precio que se llegó en el ciclo anterior. Cuanto más alto es el precio menos demandantes va a haber, pero no estamos en valores preocupantes.
Previsión
No hay que ser alarmistas, hay que esperar a ver los datos del segundo semestre del año, que es cuando más ventas se realizan. Y ver si se compensa lo que hemos perdido la primera parte.
Por parte del sector se estima de aquí a dos años un ligero retroceso. Pero habrá que esperar para ver qué sucede.