Cuando nos planteamos vender una vivienda la palabra EXCLUSIVA puede asustar. Muchas veces no comprendemos las implicaciones que conlleva y por ello no detectamos todos los beneficios que puede aportar al vendedor durante el proceso de venta.
La gran ventaja de vender una vivienda con una inmobiliaria que trabaja con exclusiva es indudablemente el compromiso que un buen profesional adquiere con el cliente vendedor. Sólo de esta manera, aplicando el máximo esfuerzo e interés y todos los conocimientos y medios de que dispone el profesional se puede obtener la mejor venta de la propiedad tanto en precio como en tiempo.
La exclusiva implica que el cliente deposita su confianza en la gestión de la venta de su inmueble y esta confianza se devuelve multiplicada en implicación, en interés, en comunicación con el cliente y en el mejor asesoramiento.
La exclusiva es trabajo al máximo nivel para conseguir el mejor precio y en el menor tiempo. La colaboración con las demás agencias que puedan estar interesadas en la propiedad es absoluta porque lo que rige es el interés del cliente por encima de todo.
Por tanto, no debe interpretarse la exclusiva como un sistema de cautiverio de la propiedad, sino como un sistema de total implicación, frente a la no exclusiva, que supone un menor esfuerzo en inversión de marketing, de comunicación y de resultados.
Las agencias que trabajan en abierto o sin exclusiva, no sienten la necesidad de responder a estas expectativas, ya que la confianza no se ha depositado en una sola persona, sino en varias y por tanto no se tiene la misma fuerza a la hora de pedir resultados.
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