Tras el confinamiento son muchas las personas que han decidido cambiar de vivienda, y muestra de ello es la continuidad en el número de ventas tanto de segunda mano como de obra nueva.
Este ha sido un año de descubrir nuestras necesidades reales y valorar mucho más nuestro hogar y adaptar el espacio a nuestro estilo de vida. Nosotros lo hemos vivido en primera línea, atendiendo a personas que buscaban una mejora de vivienda que se adaptase más a la situación que estábamos viviendo. Y más todavía a la situación actual en la que las viviendas tienen que disponer de un espacio para el teletrabajo, cómodo y versátil al mismo tiempo, para que podamos disfrutar convenientemente de nuestro hogar en cada situación.
Si hablamos de la vivienda en sí mismo hay que tener en cuenta la utilidad que vamos a darle, y valorar todas las posibles situaciones; el tiempo que vamos a estar en casa, si vamos a necesitar un espacio para teletrabajar, la amplitud de las estancias comunes que compartimos y como no un espacio al aire libre que nos permita disfrutar de la luz del sol. Todo esto lo hemos aprendido a marchas forzadas durante el último año, y debemos recoger ese aprendizaje como punto de partida.
Es importante también que la vivienda atienda en este aspecto a nuestros gustos y necesidades; habrá personas que disfruten con la cocina y busquen una cocina más amplia y otras que prefieran tener una amplia mesa en el comedor para celebrar reuniones sociales. Se trata de poner sobre la mesa todas nuestras preferencias para dibujar esa vivienda ideal, marcando las características por nivel de prioridades.
Aquí llegamos a un punto en el que lo que muchas personas hacen es comenzar a buscar y no es lo mejor. Nosotros aconsejamos previamente hacer un análisis del presupuesto con el que contamos. Esto nos va a ayudar no solo a filtrar las viviendas que cumplan con nuestras expectativas, sino a ser rápidos en el momento en el que encontremos la vivienda de nuestros sueños.
Es importante que tengamos más o menos ahorrado el 30% del valor de la vivienda para cubrir los pagos iniciales y gastos de gestión. A partir de ahí podemos hacerlos a la idea del presupuesto que disponemos para adquirir una vivienda y enfocarnos en la búsqueda.
Hay dos caminos, realizar la búsqueda solos o buscar asesoramiento en profesionales que conocen el mercado. Está claro que cuando comienzas a buscar una vivienda empiezas siempre curioseando en distintas plataformas, hasta que centras un poco más tus preferencias a todos nos gusta ver que hay en el mercado para hacernos una idea. Pero la realidad es que cuando ya estás decidido a comprar, contar con el asesoramiento de un agente inmobiliario resulta de gran utilidad.
Y diréis, ¿por qué? es un servicio que no se conoce demasiado y que es importante que se conozca. El asesor inmobiliario no está ahí para enseñarte una vivienda, sino que está ahí para ayudarte en el proceso de compra; buscar contigo la vivienda que se ajusta a tus preferencias, ayudarte en la negociación con el propietario para que realices la mejor compra posible y darte un asesoramiento financiero si fuera necesario.