Pamplona es una ciudad universitaria, esto afecta el sctor inmobiliario ya que hay una gran demanda de alojamiento para estudiantes. Por eso es importante preguntarse: ¿cómo se encuentra actualmente este sector?
Se trata de una parte importante de las viviendas de alquiler en unos determinados barrios de Pamplona, los más cercanos a las universidades. Lo primero que tengo que decir es que este tipo de alquiler no se rige por la LAU, sino directamente por el Código Civil, ya que se trata de viviendas compartidas, y cuyo fin no es la vivienda habitual de sus inquilinos, sino satisfacer una demanda puntual, que normalmente suele ser de un plazo inferior a un año. Los estudiantes, además tienen su vivienda habitual en su lugar de origen. Esto hace que se eliminen algunas limitaciones o normas que sí afectan a los arrendamientos que sí se rigen por la LAU. También aquí se incluyen viviendas alquiladas por habitaciones donde además una empresa presta servicios de lavandería y comida. Es una evolución del piso compartido a algo más organizado.
La demanda ha sido muy alta históricamente, ya que dos universidades generan mucho desplazamiento de estudiantes, y la ciudad se ha ido adaptando poco a poco, con dificultad para absorber toda esa demanda sobre todo desde la apertura de la UPNa. Este año sí ha habido ciertos períodos de incertidumbre para los propietarios, ya que muchos estudiantes volvieron a sus casas a partir de marzo, y solicitaron la rescisión de los contratos.
En el verano no había demasiadas restricciones sanitarias, el mercado funcionó con normalidad, y no ha habido variaciones en el precio. Sí que algunos estudiantes solicitaron cláusulas Covid para reducir la renta en caso de confinamiento. Esto ha dependido de acuerdos con los propietarios, algunos han accedido, y otros no.
Hay factores que pueden afectar a la demanda, este año hemos conocido proyectos de residencias de estudiantes que están en marcha y que se van a ir incorporando al mercado en los próximos años. En la calle Sadar está prevista una residencia de 312 plazas, otra en la calle Medialuna con otras 310 plazas, así como en los terrenos de la Misericordia, en la antigua Superser, en el antiguo hotel AC de la calle Iturrama y una última en Lezkairu. En total pueden sumar cerca de 1400 plazas, que se añadirán a otros desarrollos recientes que ya hay en marcha.
Sí, aunque hay que tener en cuenta que el precio de una residencia en general va a ser bastante más alto que una habitación en un piso compartido, en parte porque tiene más servicios. Siempre habrá quien demande una habitación en un piso por una cuestión económica.
Se ha detectado en estos últimos meses es una bajada importante de la demanda de inversores de viviendas para este fin. Esto puede ser debido a la propia incertidumbre generada por el Covid, así como por las noticias de todos estos desarrollos.