Hace unos días hablamos de las prestaciones de las viviendas nuevas, muchas de ellas encaminadas al ahorro energético, pero la inmensa mayoría de las viviendas ya existen, y hoy vamos a proponer hablar de soluciones de mejora para estas viviendas, tanto para ahorro energético como para emisión de CO2. ¿Qué soluciones podemos acometer en este tipo de viviendas?
¿Quién no quiere ahorrar más y contaminar menos?. Cuando alguien se propone este objetivo, primero tendrá que evaluar qué es lo que tiene, y qué es lo que quiere conseguir, y presupuestar su coste, para saber si la medida le compensa o no. Por lo que de nuevo es importante asesorarse bien con un técnico, y no hacer medidas puntuales, sino tener una visión general y ver qué cosas pueden influir más.
Dependerá del tipo de vivienda y de su antigüedad y estado, así de dónde está ubicada, ya que no es lo mismo en la Ribera que en la Montaña.
Por ejemplo, dentro de las cosas que más confort y ahorro nos va a generar es el cambio de ventanas. Ahora hay ventanas tanto en PVC como en aluminio con cierres casi herméticos, rotura de puente térmico, doble o triple cristal…. Es una de las primeras medidas, ya que unas malas ventanas dejan escapar mucho calor en invierno.
En este mismo sentido se están mejorando los aislamientos de las paredes, bien por el exterior mediante un aislamiento en fachada como en el interior haciendo un trasdosado para aislar. Si no queremos perder espacio, y la casa tiene cámara entre la fachada y interior, se puede inyectar un aislante entre medio, y esto va a mejorar también mucho las cosas.
Claro, no es lo mismo calentar la casa con una caldera antigua que con una de última generación, más eficiente, como las de condensación. También se están instalando sistemas de aerotermia sobre todo en casas particulares, y placas solares como apoyo energético. Estos sistemas han bajado mucho de precio y ahora su instalación es rentable.
Si nos vamos a meter en más obra, sería muy recomendable instalar un suelo radiante, que nos va a dar algo de ahorro, pero sobre todo confort. Para ello hay que tener calefacción individual, ya que la calefacción central de radiadores no sería compatible con este sistema, y también tenemos que tener suficiente espacio para su instalación, que vamos a necesitar al menos 8 ó 10 cm. como mínimo para poder instalar el aislante, los tubos y el mortero. Esto a veces pasa en pisos del segundo ensanche con suelo de tarima sobre rastrel, cuando se retira queda un desnivel importante, que puede ser aprovechado para el suelo radiante.
Por último, si podemos instalar un sistema de ventilación con recuperación de calor, nos va a generar ahorro, siempre que el resto de la vivienda lo tengamos bien aislado, casi de forma hermética.