El 1 de junio de 2016, la normativa sobre el Certificado de Eficiencia Energética cumplía 3 años. Un tiempo suficiente para valorar su efecto e implantación. Sobre ello habla el reportaje de la última revista de AINA, la número 37. El reportaje recoge datos muy interesantes que dan otro punto de vista sobre el estado del parque de viviendas en el estado.
Como recoge el artículo y según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), el 84% de las viviendas con etiquetado obtiene una calificación E, F y G, o lo que es lo mismo, una eficiencia energética baja, y sólo el 1% de los inmuebles presentan la máxima calificación A.
¿A qué se deben estas calificaciones tan bajas? Principalmente no tanto a las condiciones de las viviendas (caldera, ventanas, paredes…) como a la calidad de la construcción de los inmuebles. Como explican desde AINA, la envolvente de los edificios (fachada, cubiertas y tejados) en muchos casos no cuentan con el aislamiento térmico requerido o es muy anticuado.
Hay que tener en cuenta que el 25% de las viviendas tiene más de 50 años y el 58% de los edificios españoles se ha construido sin ningún criterio de eficiencia.
Sin embargo, dentro de cada vivienda se pueden realizar acciones de cara a mejorar su eficiencia energética. Los profesionales que realizan el Certificado incluyen siempre una serie de recomendaciones para ello. ¿Y qué sentido tiene mejorar la eficiencia energética de una vivienda? Ahorrar dinero. En nuestro artículo ¿Cómo interpretar la Calificación Energética? explicamos las diferencias en el coste en energía que puede suponer cada letra. Estamos hablando de ahorros de más de 500€ al año por la diferencia entre una Calificación “G” y una Calificación “A”.
Como recoge el reportaje, a finales de 2015 sólo un millón y medio de los 25 millones de hogares en España, tenían el certificado energético. Según la encuesta realizada por el IDAE en 2015, más del 50% de las personas propietarias de vivienda conoce la existencia de este certificado, aunque sólo un 36% la tendría en cuenta a la hora de vender o alquilar una vivienda.
Además, según nuestra experiencia en Alfa 10 Inmobiliria, pocos compradores e inquilinos prestan atención a al Certificado Energético. No somos aún conscientes de cómo puede influir en el precio final y de la información tan valiosa que nos da: estado de la caldera, aislamiento térmico…
Publicitar una vivienda para su venta o alquiler sin el certificado energético supone una multa para la persona propietaria de hasta 600€. Si se falsea la información, la multa puede ascender a 6.000€
Desde el ejecutivo, se plantea propuestas para promover la concienciación entre la ciudadanía de la necesidad de adecuarse a los estándares de la eficiencia energética. El Gobierno ha propuesto descuentos de hasta un 20% en el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), dependiendo de su grado de eficiencia energética de los edificios.
Si vas a vender o alquilar tu vivienda a través de una inmobiliaria, seguramente se encarguen allí mismo de la gestión del Certificado. Pero si quieres realizar los trámites por tu cuenta, lo primero que tienes que hacer es contactar con una persona autorizada para realizarlo. En Navarra puedes consultar el listado de personas técnicas autorizadas aquí .
Tienes más consejos en nuestro artículo: 5 pasos para conseguir la Certificación Energética de tu casa.
En la proposición de ley sobre vivienda presentada en junio de 2016, Miguel Laparra, contemplaba exigir un nivel mínimo de Calificación Energética a las nuevas promociones de vivienda protegida. Se busca que todas las promociones de VPO calificadas a partir del 1 de enero de 2017 acrediten que obtendrán, como mínimo, un nivel B. También se pretenden mejorar las ayudas para la mejora de la envolvente térmica de los edificios y nuevas subvenciones para las comunidades que actúen sobre el conjunto de la instalación de calefacción y/o de agua caliente sanitaria centralizadas.