El 7 de agosto volvimos a salir en el Diario de Navarra. Nos preguntaban sobre la influencia del Certificado de Eficiencia Energética en los procesos de compraventa. Como podéis leer en la imagen, nuestro gerente, Esteban Calahorra, confirma que en todas las operaciones se presenta el certificado, respetando la ley. Sin embargo, a la hora de publicitar los inmuebles, parece que la mayoría de particulares no es consciente de su obligatoriedad.
Tampoco se está sacando el suficiente provecho a la Calificación Energética. Como ya os hemos comentado anteriormente, puede ser una buena arma de negociación. Tanto para el vendedor si es alta, como para el comprador si es baja (el baremo va de la letra “A” la calificación más alta a la “G” que es la más baja). Hay que tener en cuenta que el Certificado Energético nos da pistas del dinero que se gastarán los habitantes de la vivienda en gas, electricidad, agua… Otra ventaja del certificado está en las recomendaciones que hacen los técnicos que lo realizan para mejorar la eficiencia energética de la vivienda. Siguiéndolas no sólo mejoraremos su calificación, además gastaremos menos como acabamos de explicar.
Finalmente, Esteban Calahorra advierte de la picaresca que surge siempre en este tipo de documentos obligatorios. En un post anterior os explicábamos las partes de que debe constar un Certificado Energético y cómo aseguraros de que está realizado correctamente. Como bien explican desde el Colegio de Ingenieros Industriales de Navarra “Un certificado requiere ser elaborado por un técnico competente y colegiado, con los conocimientos y medios adecuados para hacerlo. (…). Es imposible firmar un certificado sin visitar el edificio, como no se puede pasar la ITV a un coche sin verlo.”
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